José Quispe_ Cpítulo 3: La visita.

 Capítulo 3: La visita.

-¿Lo mejor es que salga no?. Ya han pasado varios días–dijo la madre de Edgar.

-Si, pero podría ser peligroso.

-Peligros mis cojones–...era Hitler.

-Señor Hitler!, creíamos que seguía dormido–dijo Sugfiu,  con  un destello en sus ojos.

-No, ya desperté y si me gustaría ver el mundo.

-¿Ves lo que haces Edgar–dijo la madre de Edgar.

-¿Qué?

.La madre se puso de lado y se agaró del brazo de Adolf en su terno beige recién planchado. Una cuántas manchas de sangre de las que tenía al salir del agujero negro en el suelo aún quedaban.


En ese momento Edgar se preguntó, por qué había salido con sangre ¿Porque salía del inframundo?.


-Buenos , debemos planificarlo–Dijo Edgar cómo para alejar ssu pensamientos.

-Sugfiu asintió-Sacaron un mapa. 

-Está es la plaza de armas–Dijo Edgar indicando con su dedo en la cartografía.

–S,i y este el portal de San Agutiin, podríamos pasar por ahí- Pero son zonas muy concurridas–Dijo Edgar.

Hitler sonrió, aunque los demás no lo notaron.

-Me gustaría ir por una calle concurrida, me gustaría ver como está el mundo. 

Edga sonrió satisfecho,.

-Claro, la plaza de armas será.

-Su madre estaba fuera de sí “ P¡Pero, si lo ven creerán que es un loco!! 

-O un artista.

Hitler sonrió, viejos tiempos.

-Si, me gusta– puntualizó al final Hitler.


La salida había sido acordada para el martes nueve de mayo por la tarde, cuando Edgar regresaba de la escuela., aTos estaba entusiasmos. Inclusive Edgar y su madre. 

Adolf no dejaba de preguntar cosas a Edgar. ¿Quién ganó la guerra? ¿Quién gobierna ahora? ¿Cómo se gobiernan?. 

-Lo sabrás a su debido tiempo–contestaba él.

No quería decirrle todavía que había pérdido la guerra, puesto que le había agarrado algo de cariño. Iba al colegio.con su profesor de ciencias sociales, mátematica Yel resto….Tenía pocos amigo, y ninguno era tan interesante como Hitler.


A la hora de salir la Sugfiuse puso una pañoleta azul en la cabeza. Sonreía alegremente, mientras le regresabala sonrisa a Hirte. Todos salieron, a excepción de la abuela que tenía jaqueca. Lo lamentó mucho.

Tomaron un carro marrón, con una A en la ventana.  Inmediatamente todo los ojos se clavaron en  Hitler. Una señora gritó. Un joven tomó fotos. Una niña saludó. Pero nadie parecía al final interesarle demasiado, regresando a sus actividades cotidianas no sin un poco de recelo.


Hitler veía todo con una avidez inhóspita. Le parecía extraño que hubiera gente andando y que no sean Arios ¿Es qué acaso perdí la guerra?. Goering no lo permitiría. O es que German murió. Recién se le pasó eso por la cabeza

-Edgar,¿ en qué tiempo estamos?

-Edgar dudó.

-En el 2024 ¿Porque?. 

A dolf le dio un un desompensamiento

-¡¿Adolf?!..dijo su madre


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